Descripción enviada por el equipo del proyecto. Entorno
Balneario Zagarzazú es el topónimo que designa una pequeña playa y el área urbanizada que la rodea, ubicada sobre el Río de la Plata, a 7 km de la ciudad de Carmelo, Uruguay. A pesar de disponer de un aeropuerto internacional, y de lindar con un barrio cerrado y un hotel de reconocido prestigio, el grado de desarrollo de las infraestructuras y el ambiente general percibido corresponde más al de un enclave destinado al ocio y disfrute local y familiar, que al de un potencial centro turístico internacional.
Encontramos la vegetación propia de la ribera rioplatense, conformada por arbustales de spartinas, cortaderas o espinillo y masas arbóreas aisladas con claro predominio del eucalipto y el pino. Las calles son anchas, de ripio compactado, con apenas iluminación nocturna; y los lotes heterogéneos, no excesivamente grandes, sin cercos macizos altos y con gran número de árboles. Abundan las viviendas para vacacionar, pequeñas, aisladas y desarrolladas en planta baja; muy sencillas, en su concepción y en su materialidad, sin alardes estilísticos, con un claro predominio de la masa sobre el vacío y un rico uso del color; mucha autoconstrucción…de la de fin de semana. El mobiliario urbano, de diseño anónimo, se concentra cerca de la playa: pocas sillas y mesas de hormigón y alguna que otra parrilla bajo la sombra de los eucaliptos. Muy poco mantenimiento, el estrictamente necesario antes de cada temporada estival. Y sin embargo no es ningún halo de dejadez lo que se desprende, sino una especie de sopor contagioso, atractivo y muy auténtico, que los habituales del lugar han querido concentrar acuñando un verbo propio: zagarzuzear…con todas sus “zetas”.
Premisas y programa
El cliente, un profesional noruego establecido en Buenos Aires con su esposa y sus dos hijos pequeños, nos propone desarrollar el diseño y la construcción de una vivienda de vacaciones de dimensiones acotadas y presupuesto ajustado, en un lote en esquina y en primera línea de río. Nos plantea también la posibilidad de reinterpretar y modificar el programa al uso en estas latitudes para este tipo de viviendas, remitiéndonos a tipologías de larga tradición existentes en su país de origen: construcciones aisladas, dónde se prioriza el contacto con la naturaleza, la austeridad en el quehacer cotidiano y la flexibilidad del uso por sobre el confort o el tamaño de los ambientes.
Proyecto
Estos condicionantes nos sugirieron abordar el proyecto dividiendo el programa en tres volúmenes, relacionados pero independientes, permitiendo disminuir la escala de la intervención y emparejarla con la predominante en el entorno. Dos de estos volúmenes se construyen. Por un lado el área de día: un espacio único que cumple las funciones de living/comedor/cocina y un baño completo. Por el otro, el área de noche, con una habitación principal, una secundaria, un espacio playroom/invitados, un baño completo y un distribuidor/lavadero/almacenaje. El tercer volumen corresponde a la galería exterior y la parrilla, y se ubica entre los otros dos, conectándolos y estableciendo con éstos los lineamientos formales de la composición. Este posicionamiento central y articulador, enfatiza la importancia de la expansión exterior de la vivienda dentro de la concepción general del proyecto y permite, llegado el caso, la utilización de ésta por dos unidades familiares casi de forma independiente. Al mismo tiempo, la posibilidad de poder acceder directamente desde el exterior a cualquiera de los ambientes de la casa le otorga todavía mayor independencia y flexibilidad.
La dicotomía entre la buena orientación y las vistas abiertas al río condicionan la posición de los tres elementos entre sí y dentro del lote. Se decide no alinear los dos volúmenes construidos, permitiendo así abrirlos a los cuatro puntos cardinales sin que se encimen las visuales. Esto también favorece la correcta orientación según convenga al ambiente, y aumenta la riqueza vivencial y relacional entre los espacios interiores y exteriores. En esa dirección discurre también la decisión de elevar la vivienda: enfatizar claramente las transiciones entre el interior, el exterior y la plataforma intermedia de la galería.
La formalización del proyecto pretende aunar una paleta sencilla y limitada de elementos, con cierto rigor en la resolución del detalle y la proporción general de éstos: ventanas compuestas, puertas, escaleras, muros, simetrías centrales y horizontales, modulación, repetición. En cuánto a la materialidad del proyecto se opta por materiales propios de la zona. Hormigón visto y ladrillo manual pintado blanco para la terminación del casco. Revoque grueso, fino, enduido y pintado para los paramentos interiores. Los pisos, de cemento alisado manual y la cara interior de la losa vista, marcando el entablonado del encofrado. Para los baños se elige revestimiento calcáreo; aluminio y madera combinados en las carpinterías.
Analizar y redefinir un programa especializado de vivienda de vacaciones, atendiendo a su flexibilidad y capacidad de adaptación a un número variable de inquilinos. Entender e inserirse en un entorno sintetizando los elementos que lo definen y depurar su resolución constructiva, intentando evitar estridencias formales por un lado o folclorismos más o menos comunes del otro.